Las redes de intercambio continúan siendo uno de los
blancos preferidos por parte de corporaciones y gobiernos. Políticas de
restricciones, limitaciones y bloqueos son barajadas de un extremo al
otro, sólo para comprobar su ineficacia una y otra vez. La insistencia
en defender conceptos obsoletos sólo acelera la adopción de todos los
medios de intercambio de archivos disponibles para los usuarios. Y en una dirección completamente opuesta a la de las corporaciones, la comunidad de usuarios innova y desarrolla
más alternativas. Hoy, el intercambio de archivos por Internet es algo
vital. No puede ser bloqueado, no puede ser contenido, y
fundamentalmente, no desaparecerá, al menos que toda la Web se haga
pedazos.
Mientras que las autoridades se divierten tirando abajo trackers (y creen erróneamente que hacen un buen trabajo), encontramos proyectos como PirateBox. De la misma forma en la que algunos entusiastas de la radio cambiaban de lugar constantemente para mantener sus transmisiones, PirateBox adopta dicho concepto como una red de intercambio de archivos portátil. Cualquiera que se encuentre cerca de una “caja” PirateBox, podrá ingresar a una red privada, aislada de la Web, y completamente anónima (no hay proceso de login, ni ninguna clase de registro de actividad) con el único objetivo de compartir archivos. El navegador web se convierte en un administrador de archivos, muy similar a cuando estamos trabajando sobre un servidor FTP, pero también hay soporte multimedia integrado.
Puedes llevar la PirateBox a
cualquier parte, ya que su configuración de hardware cabe en el interior
de una caja de almuerzo. El diseño es completamente libre y abierto, a
excepción tal vez del hardware mismo (como ejemplos hay componentes de Asus y SanDisk),
pero fuera de eso, no existe ninguna clase de restricción. Cargar y
descargar archivos, sin límites, sin registros, ni nombres de usuario. Sin las limitaciones de los proveedores de Internet. De un usuario a otro, y entre todos los que se conecten a la PirateBox. Un concepto excelente, el cual esperamos que tome vuelo.
Mientras que las autoridades se divierten tirando abajo trackers (y creen erróneamente que hacen un buen trabajo), encontramos proyectos como PirateBox. De la misma forma en la que algunos entusiastas de la radio cambiaban de lugar constantemente para mantener sus transmisiones, PirateBox adopta dicho concepto como una red de intercambio de archivos portátil. Cualquiera que se encuentre cerca de una “caja” PirateBox, podrá ingresar a una red privada, aislada de la Web, y completamente anónima (no hay proceso de login, ni ninguna clase de registro de actividad) con el único objetivo de compartir archivos. El navegador web se convierte en un administrador de archivos, muy similar a cuando estamos trabajando sobre un servidor FTP, pero también hay soporte multimedia integrado.
El diseño de la PirateBox es libre, y puedes
alterar la composición del hardware de acuerdo a tu conveniencia
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Enlaces
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