Lo típico aquí es empezar diciendo lo de “un año más…”, pero en 2009 no hicimos nada. Como si hubiera que votar mucho para decidir que Uncharted 2 se merendó a todos los demás.
La cosa, probablemente, no está tan clara este año. Y es que a pesar de las decepciones, a pesar de que quisieron distraernos con el cuento de lo gestual y a pesar de que estamos exactamente igual, si no peor, que hace doce meses, que 2010 ha tenido sus juegazos es indiscutible.
Lo haremos, si os parece bien1, de la siguiente manera: cada redactor elige los que a su parecer son los tres mejores títulos del año. El primero recibe tres puntos, el segundo, dos, y el último se lleva un punto. Hay algunas menciones honoríficas, títulos que queríamos remarcar a pesar de no estar en el podio, pero esos no entran en la votación.
Al final se suman los puntos y el que más tenga se convierte en el Mejor Juego de 2010 para AnaitGames. Que está muy bien, claro que sí.
Por Guybrush
Es un podio clásico. Incluso previsible. Pero que me aspen si no se merecen su puesto en él los tres jueguicos de marras.
La receta para hacer un buen GOTY es simple: metemos en una coctelera personajes carismáticos, una buena historia y un buen escenario donde desarrollarla. Le añadimos un gameplay glorioso, vibrante y divertido. Aderezamos con millones de detalles, eventos aleatorios, misiones secundarias y demás retos que alargan la vida del juego hasta límites insospechados. Coronamos la mezcla con un online divertido y bien construido y DLC´s como Undead Nightmare. Removemos todo junto y ¡voila! Red Dead Redemption. Justo como a mí me gusta.
Con el otro podría explayarme desgranando sus innumerables virtudes, pero voy a centrarme en una sola: es divertido. Divertido de narices. Puedes venderme Flowers y Heavyraines. Bombardearme con argumentos pseudoreflexivos y narraciones de complejidad discutible, incluso. Pero nada se compara al viejo arte de machacar botones cual borrico. Quiero hacer combos demenciales, derrotar a tantos enemigos como espermatozoides hay en mi testículo izquierdo y hacer sobradas cada vez más grandes hasta explotar de puro gozo pandiloco. Bayonetta me da todo eso y más. Y lo hace bien, con una dirección artística genial y un diseño de juego tremendo. ¡Y bailan! ¿Qué más se puede pedir?
Finalmente, Super Mario Galaxy 2 da sentido al hecho de tener una Wii y dignidad a los Nintenderos. Con esas credenciales, más que el premio al Mejor Juego del Año, merece un Nobel o algo.
Por Christian
Cuando Pep nos pidió que nos pusiésemos manos a la obra con esta selección de los mejores jugos del año me di cuenta de que en estos últimos doce meses he jugado a muy pocas novedades importantes. Me refiero a títulos de esos que sin duda coparán los primeros puestos en las elecciones de mis compañeros, como Red Dead Redemption, Super Mario Galaxy 2, Mass Effect 2… Así que en lugar de tratar de valorar de forma más o menos objetiva (ya me entendéis) cuáles han sido los mejores juegos del año, he decidido hablaros simplemente de tres de los juegos de 2010 con los que mejor me lo he pasado.
Así, pues, mi primer puesto se va para Valkyria Chronicles II, que lleva ya varios meses sin abandonar mi PSP. Sus virtudes son las mismas que en el original para PS3 y básicamente se resumen en un magnífico sistema de combate. Está menos centrado en el argumento que su primera parte, pero la agilidad de los combates invita a rejugarlos una y otra vez para mejorar la puntuación y poder cambiar de clase a nuestros personajes. Sé que es un género minoritario y además un título de portátil, pero ningún otro juego me ha enganchado tanto durante este año.
Nae decía hace poco en Twitter que Castlevania: Lords of Shadow le parecía mejor que Uncharted 2. Yo no estoy de acuerdo, pero sí coincido con él en que este reboot de la saga de Konami es un muy buen juego, mejor de lo que hubiese imaginado. Que se parece mucho a God of War es evidente, pero MercurySteam ha logrado ir un paso más allá y ha aportado mecánicas jugables interesantes y un mayor énfasis en los puzzles y en la rejugabilidad que lo diferencian de otras muestras del género. Si a eso le sumas unos gráficos potentes, un sonido sobresaliente y una estética muy inspirada, estamos sin duda ante uno de los mejores títulos de 2010.
Termino mi podio con BioShock 2. La tendencia general es pensar que es inferior a su primera parte, imagino que por la ausencia de novedad, pero yo disfruté mucho con el primero y repetí la experiencia con el segundo. Creo que la combinación de shooter con toques de RPG funciona a la perfección y Rapture es en esta segunda parte un escenario tan atractivo como en la primera.
Por Tito Almo
Una bibliotecaria megafurcia con aires de dominatrix, que las reparte como panes a la velocidad de la luz a jefes gigantescos mientras invoca demonios con su pelo y al mismo tiempo se queda en pelotas en un bukake de guiños a SEGA —sí, la que tenía todas las mayúsculas— y Clover tiene que ser el juego del año.
Red Dead Redemption es de los pocos sandbox que no necesitan componente cabra para agarrarte de las pelotas y no soltarte hasta que salten los títulos de crédito.
Y qué decir de Donkey Kong Country Returns más que..
DONKEY
KONG
COUNTRY
RETURNS
Menciones honoríficas: Castlevania Lords of Shadow, Just Cause 2.
Por DonDepre
En vez de optar por un podio basándome únicamente en la calidad del juego, donde posiblemente hubieran entrado otros grandes como Mass Effect 2, Red Dead Redemption o God of War III, en mis favoritos de este año —que tampoco van faltos de calidad— he optado por tomar como referencia otros méritos.
Tras años de sobresaturación de los juegos musicales, Harmonix decidió dar un paso al frente. Cuando podría haber apostado por las poses metaleras, los personajes carismáticos o incluso un tracklist espectacular, avanzó en lo que realmente importa: hacer un juego para los amantes de la música.
Las ventas no han acompañado, pero Rock Band 3 olía a vinilo cuando abrías la caja del juego. La introducción de los modos profesionales o del teclado, el no dejar tirados a los compradores de los antiguos Rock Band manteniendo la compatibilidad de canciones, o el sistema de juego basado en trofeos, que insta a no centrarse en un sólo instrumento y fomenta la variedad en lugar de la repetición de las mismas canciones, hacen que para mí sea el GOTY.
Castlevania: Lords of Shadow no es un título dado por amiguismos o confluencia de nacionalidades. MercurySteam consiguió algo que muchos antes habían intentado sin conseguirlo: hacer un gran Castlevania 3D. Y lo han logrado a pesar de los fans, sin recurrir a los típicos enemigos que hemos visto en decenas de juegos, creando una ambientación y una trama coherente, y con un sistema de progresión muy inteligente, instando a volver a fases anteriores para conseguir nuevas mejoras o puntos de experiencia, pero sin la necesidad de malvado backtracking.
De Heavy Rain se dijo mucho, bueno y malo. Y posiblemente tanto amantes como detractores tienen gran parte de razón. Únicamente los más fanáticos pueden ignorar que tiene importantes defectos. Pero son consecuencia del intentar hacer un título que, más que jugarse, se viviese. Heavy Rain no deja indiferente, genera una empatía hacia los personajes —a pesar de los inevitables memes de “Jason, Jason”— como pocos juegos han conseguido. Quizás no será recordado como uno de los mejores de esta generación, pero probablemente influirá como pocos en la narrativa de los juegos venideros.
Por Ikael
La tercera entrega de una franquicia cuyo planteamiento se ha mantenido inmutable a lo largo de todos sus títulos. ¿Por qué entonces este Profesor Layton y el Futuro Perdido debería ocupar un puesto en la lista de juegos del año? Porque es el mejor juego de una de las mejores sagas de la DS, tan sencillo como eso. Porque es a los anteriores Layton lo que Uncharted 2 fue al primer Uncharted. Es un ejemplo de buen gusto, de buen hacer y sobre todo, de cómo mejorar una saga: algunos de los puzzles más geniales y mejor integrados con la historia se concentran aquí, así como algunos de los momentos más emotivos de toda una triología que concluye en una nota bien alta y toda una declaración de amor a sus fans y su género. Para quitarse el sombrero… de copa, por supuesto.
Sí, lo sé, y sí, me da igual. Entiendo perfectamente que Heavy Rain no es un tipo de juego que vaya a ser universalmente aclamado y recibido entre palmas y abalorios, pero me importa un bledo. Me importa un bledo el “Jason, Jason”, me importa un bledo toda la santa inquisición de “la pretenciosidad” en los videojuegos, y me importan un bledo sus escenas risibles. Estamos ante un caso claro de un conjunto que supera con mucho a la suma de sus partes y que nos muestra, aunque solo sea por unos instantes, lo grande que puede llegar a ser una historia normalita gracias a la magia de la interactividad y los videojuegos. Es por eso por lo que Heavy Rain, aun con todos sus defectos, acaba siendo un grandísimo título: es capaz de aportar momentos inolvidables, únicos e imposibles de replicar en cualquier otro medio —la última vez que lo comprobé no pude disparar por accidente a un inocente viendo CSI—. Y eso es algo al alcance de muy pocos juegos.
Entiendan una cosa: no me gusta la música electrónica. O, al menos, no me gustaba. No me gusta el sintetizador como concepto, no me gustan sus fans —Radical Ed está entre ellos: te digo ná y te lo digo tó— y no me gusta su estética y mundillo estéril. Si a mi yo de hace unos años dices que al final un DJ Hero se acabaría por colar en el Top 3 de todo el año, te habría dicho que estás loco. Pero es así. Es lo que tiene un título brutalmente bueno: que al final es capaz de hacer que dejes a un lado fobias y complejos para abrazar el amor hecho juego. Más aún, es tan brutalmente bueno como para al final hacerme dar cuenta de que en el fondo, sí que es una música que merece la pena, aunque sólo sea para poder fliparme con una mesa de mezclas de plástico y descubrir que David Gueta, entre otros, es un Dios entre los Dioses. DJ Hero 2 me ha descubierto un mundo a base de tracks tan bien diseñados y remezclados como este, y no puedo si no estarle eternamente agradecido.
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