Una aeronave con alas móviles (para aletear), propulsada por una persona, ha hecho historia al convertirse en la primera de su tipo en volar de modo continuo. El "Snowbird" realizó su vuelo pionero en Tottenham, Ontario, Canadá, en presencia de un alto cargo de la Federación Aeronáutica Internacional, la organización rectora a escala mundial de deportes y récords mundiales aeronáuticos. Dos meses después, en el momento de escribir estas líneas, los trámites oficiales para validar el récord están a punto de alcanzar su resolución
Los ingenieros han tratado de lograr esa proeza aérea durante siglos, desde que Leonardo da Vinci esbozó el primer prototipo de ornitóptero propulsado por una persona en 1485.
Con la propulsión y el pilotaje de Todd Reichert (Instituto de Estudios Aeroespaciales de la Universidad de Toronto, Canadá), el dispositivo de alas móviles mantuvo una velocidad y una altura de vuelo razonablemente estables durante 19,3 segundos, y cubrió una distancia de 145 metros, con una velocidad promedio de 25,6 kilómetros por hora.
El Snowbird representa la consumación de un viejo sueño aeronáutico. A través de la historia, numerosos hombres y mujeres han soñado con volar como un pájaro propulsándose a sí mismos, y cientos, por no decir miles, han tratado de lograrlo. Éste era un sueño de la aeronáutica que aún no había sido alcanzado.
El Snowbird tiene una envergadura de 32 metros. A pesar de que es comparable a la de un Boeing 737, el Snowbird pesa muy poco, aproximadamente 43 kilogramos, gracias a que Reichert y sus colaboradores diseñaron y construyeron para él estructuras tan ligeras como fue posible, aunque manteniendo una buena eficiencia. Además, Reichert, por ser el piloto, perdió 8 kilogramos el verano pasado para facilitar así su vuelo con esta aeronave.
El equipo de desarrollo del Snowbird está compuesto por técnicos de la Universidad de Toronto, la de Poitiers en Francia y la Universidad Técnica de Delft, en los Países bajos.
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